Día 365+294
Comentando lo que me despierta la
lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
Toda
mujeres de forma natural vivimos el proceso de menstruación, para algunas desde
edades muy tempranas, he sabido de casos que desde los ocho años de edad, y
para otras en un poco más de tiempo, entre los quince y dieciocho, pero más
tarde que temprano todas lo llegamos a presentar. Como bien sabemos este es un
ciclo mensual que se da en el momento en que el óvulo, que fue liberado días
ante desde el ovario, no se fecunda ni se implanta en el útero para dar una
nueva vida, así que es liberado junto con toda la pared uterina, es como
limpiar la casa. Pero esta limpieza es difícil para muchas mujeres y no sólo
por la salida de sangre, sino por todos los trastornos que llegamos a
presentar.
“[…] La crisis
menstrual es dolorosa: jaquecas, cansancio, dolores de vientre, hacen penosas y
hasta imposibles las actividades normales; a esos malestares se añaden con
frecuencia trastornos psíquicos[…] hacen del cuerpo una pantalla que se
interpone entre la mujer y el mundo, una bruma ardiente que pesa sobre ella, la
asfixia y la separa […]” (p.270)
Privilegiadas son aquellas mujeres que no llegan a
presentar ningún problema como los mencionados en la anterior cita, porque la
mayoría hemos tenido que aprender a lidiar con ellos o a enloquecer. Estas
molestias llegan a ser tan fuertes que muchas hemos caído en cama, y en el
mejor de los casos con algún medicamente lo podemos sobrellevar, pero en otros
no es así, en especial cuando hablamos de nervios e irritabilidad.
Si tú has padecido esto entenderás de qué hablo y le
darás la razón a la anterior cita de que estas molestias se convierten en una
ventana entre las mujeres y el mundo, no se mira igual las cosas y las
situaciones estando en una condición así, todo es color gris, doloroso y
tortuoso. Si eres hombre, te invito a ser empático y trata de ponerle atrás de
la ventana de una mujer padeciendo dichos trastornos y entenderás muchas cosas.
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